
Salta al precipicio. Arriésgalo todo y lánzate. Aunque todo en el interior parezca indicar que morirás, inténtalo. La mano del Altísimo te recogerá en el último momento. Pasarás hambre y frío. Sentirás el horror apoderarse de tu piel durante la caída. Pero no dudes. Si lo haces, morirás. Confía en que nada te pasará.
Y aterrizarás suavemente...
El oráculo del Guerrero.
El oráculo del Guerrero.
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