Antes y después de hoy

  

Gracias infinitas....

Fotografías Viejas

Cada vez que empiezo a mirar hacia atrás, ver las "entradas" anteriores del blog, las fotos guardadas en algún lugar físico o del ciber espacio, el brillo o la sombra que había en los ojos de la que solía ser yo y de cada persona que estaba conmigo en ese momento ,me siento extraña, me siento como si hubiese sido otra persona. Apenas puedo imaginar o visualizarme en aquellos períodos y se transforman en algo más cercano a un sueño que a la realidad...
Será tal vez porque es en ese momento en que uno logra darse cuenta de que la realidad es el presente y sólo el presente? será ,quizás, esa la esencia misma de la vida que llevamos?  y tal vez sea más parecida a aquellos sueños que tenemos por las noches, que a esa realidad que creemos poder tocar cuando estamos con los ojos abiertos.

A mí me parece que todo esto es un sueño con cara de realidad, una verdad que debemos creer como verdad para poder hacer cambios necesarios y que terminamos preocupándonos de cosas que finalmente son de lo más intrascendentes... Así dejamos que lo que de verdad importa, el real objeto de nuestro paso por este territorio, se nos vaya de nuestro lado, y lo que es peor aún, logramos percibirlo cuando ya es demasiado tarde. ¿Tendrá que ser así? ¿Estamos viviendo bien? ¿es tan importante preocuparse y ocuparse de dejar huella física en una vida pasajera y perenne? 
Quisiera no ir a la tumba con demasiados cargos de consciencia, ni cosas no resueltas. Quisiera dejar el camino más liviano para mi próxima vida. Quisiera no irme con el corazón amargo. Quisiera aceptar con más facilidad los desazones y errores de otros y por sobre todo aliviar, y en una de esas iluminar, los corazones de quienes amo en lugar de causar más dolor.
Probablemente no llegue a ningún lugar escribiendo acerca de esto, pero me hace feliz creer que ciertas cosas pueden ser cambiadas antes de que sean irremediablemente envenenadas y arrebatadas de nuestro lado.

Ecos

Un paso al lado del círculo que gira sin descanso y logró salvar con vida. Vida sorda, ciega y muda pero vida al fin y al cabo . Vida joven de aquella que se hace esquiva y que hace doler cada vez que parece ser absorbida por los pre juiciosos ojos de un inexperto ávido de poseer y poseer más.

Tras detenerse y contar los logros obtenidos no quedó más que pedir prestados unos cuantos favores para compensar la desequilibrada balanza. Faltaron dedos y cabellos de una triste mujer con piel ajada de tanta sequía, para poder llevar una cuenta certera de los tropiezos y desventuras cometidos, faltaron corazones deseosos de pasión y manos hinchadas de cariño retenido que quisieran hacerla revivir sin preguntar ni pedir más.

La crueldad de volver a vivir lo que la hizo más infeliz a gritos de algún inescrupuloso , ciego y perdido mal vivir.

La rabia de no tener derecho a ser perdonada y tratar de perdonar de todos modos. La patudéz de aquellos sentidos sucios que perciben lo que más les complace y de palabras que sólo brotan para pedir lo que no son capaces de fabricar por sí solos... Eso y poquito más la llevaron a querer huir una vez más, pero esta vez no encontró hacia donde ir, y sólo estaban esos ojitos que calmos miran aguardando una nueva oportunidad de desplegar al viento sus múltiples destellos.

Entre aquel reflejo y el agujero que yace en el fondo de las esperanzas rotas, tomó su bolso y su pequeño cuadernillo relator de vivencias y fijando la vista en el horizonte lejano y en lo alto de una montaña ambar que le recuerda la importancia de ciertas cosas, dejó caer sus pensamientos y dio paso firme hacia una nueva aurora .

Se alejó sin querer tener más respuestas, hacia algún lugar en donde el errante paso de aprendiz no hiciera eco en cada espacio inhabitado que intentara sembrar. Sin importar demasiado las miradas ni las voces que murmullan incansables, cerró los cansados ojos y sintió el calor de un nuevo viaje hacia el eterno resplandor.