
(primera parte)
De dos universos que parecen tan distintos
De una caja concreta y fuerte
Y del sensible movimiento de una nota inerte
Se encuentran en ella frente a frente
Lo que sobrepasa lo entendible
y que ha sido hecho de piezas
que en un principio no sabían
de intimar sin asperezas
Sobre esta caja
que ya no es caja
sino casa
de armonías y melodías
Se encuentran las que son en parte
responsables del alboroto
y alegría
que pueden llegar a causar
el afinamiento de las piezas respectivas
Y cuentan uno , dos, tres… de más a menos su agudeza
Y cuentan cuatro , cinco, seis…de menos a más la dureza
Que cambia la delicadeza y la gravedad por el imperante
Vozarrón de un Don.
Y aunque melodiosas se hayan puesto
Y en el punto medio,
Ni muy sueltas para aflojarse
Ni muy tensas para cortarse,
Y firmes en su posición intenten estar
No logran tan sólo con eso ser un par
Pues el alma es lo buscado
Y que súbitamente las hace andar
Porque al encontrarse ésta
Es ya momento de hallar la vida
Que tan hermoso cuerpo estaba escudriñando
Y así el alma, que con impresionante
Habilidad une un acorde al otro
conforma la melodía y armonía
que a sus figuras acopladas se une
Es entonces cuando puede ser oída
Y aplaudida, si así lo amerita,
La unión de las partes
Que antes parecían estar
Tan distantes.
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